Los cuadros tienen valores diferentes según su perfección y el artista que los ha pintado.
Cuando un pintor novel empieza a hacer cuadros, los expone en pequeñas galerías e incluso al aire libre para que el público conozca su arte y se anime a comprar sus cuadros. En estas exposiciones las pinturas están amontonadas o colocadas unas al lado de otras porque hay poco espacio para todas ellas.
Si al cabo de los años este pintor llega a ser muy famoso, las grandes galerías de arte solicitan sus obras para exponerlas de una manera más adecuada, con mayor espacio entre unas y otras y cuidando esmeradamente que tengan la iluminación que precisan.
Los cuadros de los grandes maestros de la pintura universal suelen estar en museos importantes, donde el público puede admirarlos en toda su belleza. Unas salas contienen obras de arte producidas por un mismo artista para que se puedan apreciar las características generales de su estilo. Otras albergan obras de autores de una misma época y su reunión pone de relieve los diferentes estilos de las escuelas. Alguna sala está dedicada a un solo cuadro. En este caso, el espacio realza el valor de la obra.
Aunque una obra importante de arte puede estar escondida en una buhardilla y un cuadro sin valor, expuesto en la mejor sala del mejor museo, esto no suele ser así en la realidad. En general, el lugar donde se halla un cuadro te puede servir de pista para saber si su valor es muy grande o no.
