Jugando al escondite con el sol

 


 

Cuando sale el sol, el lagarto sale de la arena. Se mueve muy despacio porque está frío. Se pone sobre una roca un largo rato, dejando que el sol le caliente.

Cuando su cuerpo está ya bastante caliente, el lagarto empieza a buscar comida.

Es de noche en el desierto. Un pequeño lagarto descansa con el cuerpo cubierto de arena. Sólo puedes ver su cabeza. La arena le sirve de manta para mantener el cuerpo caliente durante la fría noche.

Durante el día el sol calienta el cuerpo del lagarto. Cuando está demasiado caliente, se tiende a la sombra de una roca para que su cuerpo se enfríe un poco. Luego vuelve a salir al sol.

Iguana de dedos de fleco

Los lagartos y otros reptiles tienen la sangre fría. Su cuerpo se pone frío o caliente según el aire que los rodea. Si su cuerpo se enfría, los reptiles no pueden moverse bien. Y si se calienta demasiado, se mueren. Por eso los reptiles tienen que jugar al escondite con el sol. Cuando están calientes, corren hacia la sombra. Los caimanes, cocodrilos y tortugas se meten en el agua fría cuando están demasiado calientes.

Los reptiles que viven donde los inviernos son fríos se mueven con mayor lentitud a medida que llega el tiempo frío. En invierno se enroscan en los sitios más calientes que encuentran. Su cuerpo se enfría y se pone rígido. No pueden moverse. Cuando vuelve el tiempo cálido, los reptiles empiezan a moverse y hacen de nuevo una vida normal.

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